Capítulo 18:
OCTAVO DIA:
Lali despertó, de nuevo en su cama. No recordaba nada, y a la vez, recordaba todo.
Su boca aún tenía el gusto a la piel de Peter. Era increíble, se sentía bien, francamente, de maravilla. Y parecía que lo llevara, en lo alto, en un cartel, grabado en su frente: Fue la noche más espectacular de mi vida. Hice el amor… con él.
- ¿Lali? –la voz de Carlos sonó al otro lado de la puerta.
- ¿Sí? – preguntó ella, aun mirándose en el espejo. Estaba descabellada. Pero se sentía diferente, se sentía más mujer. Llevaba el pijama, pero aún se sentía desnuda.
- ¿Puedo pasar? –preguntó Carlos.
-Sí.
- ¿Cómo estás? –dijo su padre cerrando la puerta tras él– Hace tiempo que no hablamos… últimamente pasas mucho tiempo con Peter.
- ¿Algún problema? –masculló ella– Creo que es el único que me da el apoyo que necesito –hizo una mueca y agarró ropa para irse a duchar. Aunque aún dudaba, si ducharse o quedarse impregnada de las sensaciones de ayer- ¿Tenes algo que decirme? Porque creo que a las once tengo que ir a la mierda de quimio -gruñó.
-Hija… sé que esto es difícil para vos.
- ¡No! No empieces con que, ay pobre Lali, debe estar pasándola mal. Yo tengo lo que me merezco, y voy a afrontarlo. Sola o acompañada. Aprendí a ser fuerte, y así seguiré siendo, hasta que me muera, dentro de ocho días más o dentro de dos años o de los que haga falta. Y paso ya de dar penita. Sigo con mi vida durante estos días que me quedan. Si te gusta bien, sino también. Yo que vos aprovecharía los últimos momentos que te quedan de pasar conmigo.
Carlos la miró entristecido.
-Perdón papá… -se arrepintió luego de dos segundos– no quería decir eso último…
-No, no, Lali –Él negó con la cabeza– tenes razon nena… -se acercó y la abrazó– después de la quimio, si no estás muy cansada, pasaremos el día juntos. ¿Te parece?
-Perfecto –sonrió– Voy a ducharme –le dio un beso en la mejilla.
Carlos asintió y se dirigió hacia la puerta de la habitación de su hija para salir.
-Ah, y papá… -dijo Lali antes de entrar en su baño.
-¿Sí?.
-Te quiero.
Y sin esperar respuesta, se encerró en el baño. Con pasadores. Como solía hacer. Sin saber que había dejado a Carlos con una tierna sonrisa en la boca. Y con un par de lágrimas suspendidas por unas cortas pestañas.
NOVENO DIA:
Lali se subió las medias de rejilla. Seguido, su body negro sin mangas. Acompañado de un cinturón de bajo pecho color plata con la hebilla negra. Un chaleco, igual, negro. Y sus queridas plataformas que la habían acompañado en tantísimos eventos. La maquilladora y el peluquero hicieron el resto. Se miró al espejo. Era modesta, pero se veía linda. Y las críticas le daban, ahora más que nunca, igual. Se vestía como quería, se peinaba como quería y hacía lo que quería. No lo que la gente quería que hiciera. No era como ese tipo de estrellas superficiales y falsas. Alguien la rodeó por detrás. Cruzaron miradas.
-Hola mi amor –sonrió, inclinando la cabeza para que Peter la pudiera besar.
-Hola… -él aprovechó el vestuario de Lali para darle una cachetada en el culo.
- ¡Ay! –se quejó.
-Mmmh… ¿Así que otro presentación en Showmatch y no me avisas?
-Es solo un evento más – contestó, cariñosa– Además, tengo que aprovechar el tiempo que me queda…
- ¿Otra vez con eso? –Peter pareció enfadado.
Alguien entró en el camerino.
-Lali, un minuto.
Ella le dio un rápido beso a Peter y se fue corriendo.
-Esperá. ¿Qué canción vas a cantar?
-Ya vas a ver –le guiñó el ojo y salió corriendo hacia el escenario.
Peter se quedó en el backstage. Observaba como Lali hacía su culminante presentación, saliendo por una puerta gigante que se abría por la mitad y siendo anunciada por Marcelo Tinelli. Y preciosa, como solo ella sabía serlo. Peter repasó todo sus movimientos. Ella se plantó frente al público, una mar de gente, que chillaban a la vez y desiguales, a coro, su nombre, o simples gritos.
-Buenas noches –saludó Lali– antes de empezar… -la guitarra ya se escuchaba desde de fondo– Quiero decirles… -Dedicó una mirada a Peter, justo donde él estaba– que esta canción se la dedico a la persona más importante de mi vida –suspiró, y ahora el tono de la música subió un poco y ella susurró, lo suficiente como para que él lo pudiera escuchar– Peter.
La letra de Cielo Salvador empezó a salir de sus cuerdas vocales. La gente la aclamaba, los fans la idolatraban, parecía brillar como nunca. Y ella, ella, Lali, perfecta princesa, le ponía la pasión que siempre le ponía cuando daba un concierto. Pero ahora con más emoción.
Sus ojos se cristalizaron, con cada estrofa a la que avanzaba. Porque aquella letra expresaba lo que sentía de verdad, como lo había pasado sin él, su respuesta hacia Peter, es que ellos siempre habían hablado mediante las canciones. Enamorados, sabían que nunca habían perdido el contacto, el cariño, aquella chispa que los unía.
Sabían que algún día volverían a estar juntos. Sabían que estaban hechos el uno para el otro.
La gente balanceaba los brazos al compás de la natural voz de Lali. Y lo hacía prácticamente perfecto, en vivo, aquella potente voz. Cuando la canción disminuyó por el final y solo se sentían los últimos susurros de Lali, al ritmo de la guitarra, la multitud de público pareció volverse loca. Aplausos retumbaron en todo el espacio. Ella volvió a recuperar el sentido, la orientación, se colocó bien algún mechón.
-Gracias –saludó– Y antes de irme, quería comunicarles algo, a todos los fans que estén en el maravilloso público en este momento o en casa.
Se aclaró la garganta. Peter negó con la cabeza y se pasó la mano por el pelo, nervioso, suponiendo lo que iba a hacer.
-No lo hagas. – murmuró.
-Quería decirles que… bueno hace unos días como sabrán…
Peter no podía dejar que comunicara a sus fans que dentro de ocho días podía morir por el tumor que se había desarrollado en ella. Salió corriendo, como nunca había hecho, se encontró en medio del escenario, junto a Lali. Ahora era el centro de atención. El publicó pareció ponerse de acuerdo para callar.
-Eh… -murmuró Marcelo Tinelli- ¡Y aquí nuestro invitado especial! ¡Un aplauso para PETER LANZANI!
- ¿Qué haces? –dijo Lali, apartando la cara del microfóno, alzando una ceja.
-No voy a dejar que les des la noticia a tus fans ¿sabes el quilombo que se vas a hacer? Además, no estamos seguros de nada.
-Hay un setenta y cinco por ciento de posibilidades de que no salga viva de la operación, dentro de una semana. Si eso no te convence…
-La esperanza es lo último que se pierde –se olvidó del público, del programa, de todo lo que los rodeaba. Tomó a Lali de las manos– Te quiero, Lali.
- ¡Besala ya! –gritó alguien del público. Todos los aclamaron.
-¡LALITEEEER! –gritaron un grupo de chicas más cercano a ellos.
Lali y Peter se miraron divertidos. Peter no lo dudó, no esta vez, no más escondidas, no más pensamientos superficiales. No más. La tomó de las mejillas y la besó. Dominante, fuerte, atractivo, para ambos. Elmicrófono cayó al suelo, y los gritos de la gente, de fondo, parecieron que por momentos, iban a romperles los tímpanos. Peter se separó de ella, y sin dejar el coraje a un lado, con el corazón a mil, agarró el micrófono.
-Lali quería decirles que hace unos días que ella y yo volvimos –el público chilló más al escuchar a Peter. Silvidos de aprobación, y la emoción y los chillidos de los fans de esta hermosa pareja cubrían los abucheos que lo desaprobaban– Y esta vez, para siempre.
Entrelazó los dedos de su mano con los de Lali, con un brillo en los ojos, contento de la reacción de apoyo del público.
-Gracias –concluyó Peter. Y se volvió para irse con Lali, por esa gran puerta.
Lali lloraba.
-No creo lo que acabas de hacer – dijo riendo y llorando a la vez. Lo abrazó. Sintió la calidez de su cuerpo.
-Ya es hora de dejar de esconderse. Y si hay algo que aprendí de vos, entre otras cosas, es tener el valor de seguir adelante, y expresar lo que sentís, sin temores –se balancearon un poco, y quedaron reclinados en un mueble. Buscó el mentón de Lali con los dedos y levantó su rostro– Todo lo que dije ahí afuera es verdad.
Y terminó por besarla. Y Lali se moría… estaba segura, se moría, dios, se moría. Pero no de un tumor. No. Si no de amor… de deseo, de pasión, de todo lo que sentía por su chico, por Peter, porque él era su propia vida.
Las/os laliter's siempre presentes! :) LO DECLARARON PÚBLICAMENTE LOCO, VAMOS LOS PIBES CONCH*SUMADRE bue se posicionaba por Satanás (?) Maga.
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y yo aqui muriendo de ternura
ResponderEliminarque no se muera
hermosos capitulo
@danitaoliva
Owwwwww lindooss
ResponderEliminar+++++
@x_ferreyra7
Y yo muero de ternura.❤
ResponderEliminarMaassss
@fandeellos_
Me encanto el cap.!!! :) Ya quiero saber que pasa, no quiero que Lali se muera :( Re tierno el cap. ♥♥♥
ResponderEliminarEspero el prox. cap.!!! :D
@CamiiiSolis