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Twitter: @HumorDeLalita.

viernes, 23 de enero de 2015

#10.

Capítulo 10:




Hola mis bellas/os lectoras/es, ¿cómo están? Yo bien :) Espero que ustedes también. Acá les triago el capítulo 10 de "16 Días", espero que lo disfruten.
Este capítulo me hizo acordar a esta canción {https://www.youtube.com/watch?v=mrNJQe5VvAk}
Los quiero mucho, Maga. (@HumorDeLalita)

Lali empezó a sollozar, tomándose del jersey de Peter. Él le acarició el pelo… unos cuantos mechones de esa larga y preciosa melena castaña quedaron caídos en las manos de Peter. Los escondió rápidamente.
-Me estoy muriendo… -murmuró Lali ahora ya destrozada completamente– Peter… solo me quedan doce días de vida…
-No, no te vas a morir… -Peter le tomó la cara por las mejillas– Si te morís yo voy detrás tuyo, Lali, ¿entendiste?
Le dio un tierno beso en la boca, moviendo los labios, rozando su lengua con la de ella… saboreándola al máximo, por si algún día sucediera, por si algún día perdiera a Lali… otra vez. Pero esta vez, para siempre. Sería irreversible, y, entonces, sería también su fin… ¿no lo entendía? Él no podía vivir sin ella. Lali lo abrazó, temblando.
-¿Tenés frío? –dijo correspondiendo al abrazo y frotando los pálidos y débiles brazos de Lali.
-Si tiemblo… no es por el frío –lo miró y le dedicó una tierna sonrisa. Peter moría por verla sonreír así a cada rato– si no por las emociones que tus besos producen en mí. Si sigo viva, es por vos… solo por vos… no podría seguir adelante… Vos complementas todo lo que falta en mí…
Peter la volvió a besar, pero esta vez sin poder contener las lágrimas. Lali se separó, a milímetros del rostro de Peter, rozó su nariz con la de él, completamente enamorada, sonriendo tiernamente. Le sacó las lágrimas, y casi tocando sus labios con los de él, le murmuró:
- ¿Estás llorando? –dejó ver su blanca sonrisa entre lágrimas también– Nunca te ví llorar…
-Porque nunca me pasó algo tan fuerte… -Peter rozó el labio inferior de Lali con su pulgar– Y nunca nadie me importo tanto como vos.
Lali apoyó su frente contra la de él.
-Ni a mi… ahora mismo sos… -miró sus ojos, directamente– sos indescriptible. No me importaría morir si supiera que vas a ser feliz de nuevo.
Peter sonrió y movió su mano, acariciando la cara de Lali, hasta la mejilla. La frotó con el mismo dedo pulgar.
-Lo sé… -suspiró y dejó que las lágrimas le inundaran de nuevo los ojos– El problema es que yo nunca voy a ser feliz si vos te vas.

(...)

-Mi papá no tiene porqué enterarse de esto –murmuró Lali terminando de quitarse la venda de la cabeza– Dios, mi pelo… -tomó el resto de unos mechones castaños que habían caído en su regazo– Carajo, la puta madre, mierda.
-Esa boquita –dijo Peter encendiendo el coche– Y yo creo que tu papá si debería saber de esto. Por algo es eso… tu papá.
-No, ya tiene suficiente con todo lo que está pasando para que le diga que tendré que ir a quimio –Lali empezó a llorar de nuevo– La puta madre, Peter, a quimioterapia, me quedaré sin pelo… -se tomó su larga melena con las manos, como si la recogiera en una coleta– Mirame, estoy hecha un asco, puto tumor…
-Lali, basta, no digas más pavadas, esto no queda bien en vos.
- ¿Y qué tiene? Por lo que me queda, ¿Qué importa todo? ¿No me estás escuchando? Todavía no sé porque estás conmigo, si doy asco.
Peter paró el coche en seco y se abalanzó a Lali, acorralándola contra la puerta interna de su coche.
-No vuelvas a decir eso, ¿escuchaste? Vos… vos sos perfecta –beso sus labios, tan tiernamente que Lali pensó que iba a morir en aquel indescriptible beso– Sos preciosa, me parece que sos vos la que no me escuchás. Te amo, te voy a amar siempre, pase lo que pase, estés como estés. Solo… solo tengo ojos para vos, Lali –apartó una lágrima del párpado inferior de Lali.
Alguien tocó el claxon. Una carcajada de ella resonó con alegría en el interior de la mente de Peter.
Eso hizo que él también sonriera.
-Será mejor que arranques otra vez, hay alguien molestó allá afuera.
-Que esperen –Peter volvió a besar a Lali. Ella lo apartó.
-Salí…
Peter se sentó de nuevo a su asiento, de mala gana…

DISPONIBLE TAMBIÉN EN WATTPAD:


martes, 20 de enero de 2015

#9.

Capítulo 09:


Lali se había quedado dormida en la hamaca, al lado de él, bajo las estrellas. Peter le acariciaba el brazo, lentamente, con la yema del dedo índice y corazón. Es hermosa, es… es preciosa. Le bastaba con observarla. Lali se movió y quedó frente a él. Apoyó su frente contra el pecho de Peter y su mano agarró el jersey de algodón violeta de él. Él sonrió. Cambió de posición, tenía el brazo dolorido por estar apoyando la cabeza en él, y se dejó caer, tumbado completamente en la flexible tela de la hamaca.
Pasó un brazo alrededor del cuerpo de Lali. El jersey se lo había arremangado y dejaba ver el ombligo con el pearcing. Peter negó con la cabeza sin dejar de sonreír. Le tiró el jersey de nuevo hacia abajo
-Sos la persona más loca que conocí, y por eso me gustas.
Peter siguió observando las estrellas. En ese momento pasó una fugaz.
Cerró los ojos y tragó saliva. Que se quede. Volvió a abrir los ojos. La estrella había desaparecido y solo quedaba una fina línea blanca, testigo de su paso por Buenos Aires.
Ojalá se cumpla. Lali frunció el ceño en sueños. Gimió. ¿Dolor? Peter se incorporó de nuevo. Lali abrió los ojos y se frotó la cabeza. Siseó de daño. Algo le dolía. El corazón de Peter se aceleró.
-¿Qué te pasa?
-Me… me… -se inclinó hacia delante agarrándose del pelo– me duele… mucho… ¡Peter! –Peter se levantó, tomando a Lali. Pero ella se paró a mitad, cayendo de rodillas. Los dientes le empezaron a castañear.
-Mierda… Lali, no me asustes… -Peter se agachó, en cuclillas delante de ella y la ayudó a levantarse. Pero poco después Lali perdió el conocimiento en brazos de Peter.
Se puso nervioso, mucho. La cogió en brazos y la llevó hasta su auto, con toda prisa, hasta el hospital más próximo.
CUARTO DIA:

Las dos de la madrugada. Peter se movió en la silla. En la habitación donde se encontraba Lali estaba el doctor. Esperó más y más. Dentro de una hora salió.
-¿Ya puedo entrar? –dijo Peter preocupado.
-¿Es su hermano?
-No…
-¿Su marido? –preguntó de nuevo el doctor. Eso hizo que a Peter le recorriera un escalofrío por la espalda. ¿Lali su mujer? El corazón casi se le salió del pecho.
-No… -admitió al fin.
-¿Algún familiar suyo?
-Soy su novio…
-En ese caso no le puedo dejar entrar –el médico se fue.
-Por favor, necesito verla, llamar a su padre, decirle que está bien –le dijo al médico tomándolo del brazo– Por favor. Póngase en mi lugar.
Él suspiró, mirando a Peter.
-Porque es tarde y estoy cansado… voy a hacer una excepción. Pero que sea la última ¿eh?
Peter asintió. No te preocupes que a Lali no la vas a ver mucho más por aquí… Giró el pomo temeroso y sin hacer ruido volvió a cerrar la puerta. Dio unos pasos hasta la habitación. Lali estaba tumbada en la cama, mirando por la ventana. Su piel bronceada parecía más blanca… tenía tubos que atravesaban su muñeca. Peter se acercó. Ella lo miró, girando la cabeza lentamente.
-Mi vida… -murmuró Peter. ¿Cuándo se había quedado sin voz? No le salían las palabras, y si hablaba mucho, se pondría a llorar.
Ella presionó los labios hacia adentro, aguantándose las ganas de llorar, aunque sus ojos, de un marrón que parecían haber perdido su tonalidad y su brillo, se cubrían ya por una fina capa de agua salada.
-No llores por favor… -Peter se sentó a su lado y la abrazó, besándole la cabeza– Mierda, no…

No les da ganas de que empiece Esperanza Mía? A mí si :)
Anduve media desparecida porque estuve ensayando una canción que tengo que cantar :D Por si no sabían, hice un videoclip/cover de Cielo Salvador por mis 15, acá se los dejo (NO ME PEGUEN, SOY FEA Y CANTO POR SENTIMIENTO)  https://www.youtube.com/watch?v=vqw3YXOy_fE

jueves, 15 de enero de 2015

#8.

Capítulo 08:


-Mmh… no sé –dijo Peter sonriendo porque pensaba que Lali se había colado en su patio para darle una sorpresa. Las frías manos desaparecieron, Peter se giró, sentándose en la hamaca– Ah, hola Martina –sonrió, y ella a él también.
Desilusionado. No veía a Lali desde ayer por la tarde. Dijo que necesitaba pasar tiempo con su familia… si es que de verdad su cuenta atrás había empezado, y no tenía tiempo que perder.
-¿Cómo estás? –dijo Martina.
-Bueno, ya sabes…
- ¿Ya sé? Pensé que me dirías… que te alegras de verme, o algo así.
-Tini, no es buen momento.
-¿Por qué? –dijo arqueando una ceja– Ah ya entiendo. Es por lo de Lali ¿no?
Peter asintió, intentando ignorar el nudo que se le hizo en la garganta.
-No te preocupes, todo va a ir bien.
-¿Qué no me preocupe? El médico…
-Ya sé que dijo el médico ¿Por qué te pones así? ¿Todavía la amas?
-Si, Martina… –dijo Peter sin dudar, mirándola fijamente a los ojos.
-Entonces... Ahora sí lo nuestro terminó ¿no?
-Lo nuestro terminó hace más de un año.
-No mientas.
-No miento. Es la verdad. Yo siempre… siempre amé a Lali.
Martina abrió la boca para decir algo pero Peter volteó. No quería seguir escuchando nada. Solo quería ver y pasar tiempo con Lali. Era la única persona que necesitaba en estos momentos. Martina lo abrazó por detrás.
-Eu, perdón… -murmuró besándole el hombro– no quería que te enojaras.
-Ni yo quiero enojarme. Pero tenes que comprenderme…
-Y te comprendo –dijo apoyando su frente en la espalda de Peter– pero entendeme vos a mí, de igual modo. Yo… –se acercó a Peter mirándolo compadecida– Yo te quiero a vos.
Se alzó un poco y le dio un suave beso en los labios.
Peter la retiró un poco.
-¿Qué haces? –murmuró– Tini, yo...
-Uy, creo que llegué en mal momento... –Peter se puso más pálido que la propia luna llena –mejor me voy. Ustedes sigan.
Peter siguió a Lali, que segundos antes estaba apoyada en el marco del balcón, frente al jardín. Y había presenciado parte de la escena. Peter la tomó por el brazo, pero el fuerte carácter de Lali no cesó y se zafó de su mano, yéndose, enojada, celosa, hasta la puerta.
-¡Lali, carajo! –la tomó, esta vez por la cintura, y la atrajo, hasta que quedó su espalda contra el pecho de Peter- Me queres escuchar…
-No.
-No era una pregunta, nena.
A Lali le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo al escuchar la adorable voz de Peter llamarla “nena”. Intentó no sonreír, pero no pudo. Una pequeña sonrisa se dibujó en su cara.
-Ey… –Peter la volteó viendo que había sonreído– Martina me robó un beso, eso fue todo.
-No hace falta que me des explicaciones –dijo agachando la mirada, volviéndose a poner seria– de un buen principio tuve que saber que lo de ayer por la tarde fue un error y que vos y yo no volveremos jamás.
Se giró nuevamente, pero Peter la apoyo contra la pared, de una manera brusca y posesiva.
-Mirame a los ojos y repite eso –Lali miró hacia otro lado– Mirame.
Sus ojos marrones se clavaron en los verdes de él. A Lali le entraron ganas de llorar por la dura expresión de Peter. Esos treinta segundos parecieron una eternidad. Sentía la respiración de Peter acariciar sus labios. No, mierda, no, no había sido un error… nunca hubiera sido un error. Peter se abalanzó, pulsó sus labios con fuerza contra los de Lali, cerró los ojos y la apretó contra su cuerpo. Le abrió la boca con la lengua y acarició la suya con esta. Lali se rindió. Llevó sus manos entre los encantadores mechones de pelo de Peter y lo acercó más a ella, dentro de lo que cabía. Lo quería todo para ella, todo. No había ni Martina, ni Erik, ni nadie. Peter era de Lali y Lali era de Peter.

viernes, 9 de enero de 2015

#7.

Capítulo 07:




Lali se alzó y pulsó sus labios contra los de Peter. Al fin. Peter puso sus manos en las húmedas mejillas de Lali y abrió su boca, dando paso a la dulce lengua de ella, entrelazándola con la suya, explorando aquellas bocas ajenas… o no tan ajenas. Peter bajó una de las manos hasta la espalda de Lali y la apretó contra su cuerpo. Suya, suya como siempre. Lali se separó apoyando su frente contra la barbilla de Peter. ¿Qué pasaba? Se volvía a sentir bien, se sentía feliz de nuevo. ¿No tendría que estar resentida por lo de Erik? No, para nada… miró a Peter, con los ojos brillantes de orgullo, por debajo de las pestañas. Él sonrió, y esa sonrisa le transmitió la misma felicidad que ella sentía en esos instantes. Volvió a alzarse, y esta vez fue él, quien no pudo contener otro deseable beso. Los labios terminaron hinchados, rosados, impregnados de la saliva del otro, deseosos por más, mucho más.
-Lali… -dijo jugueteando con su pelo- ¿Estás bien? –fue lo único que se le ocurrió preguntar, a centímetros de su boca, sin quitar la mirada de esos labios que lo volvían loco.
-Mejor que nunca… -sonrió ella mordiéndose el labio inferior, haciendo que Peter la deseara más– Sigo enamorada.
Peter agachó la mirada. Lali supo lo que eso significaba.
-De vos, tonto –dijo acariciándole la cara y alzándosela para que la mirara justo a los ojos– Mi corazón no dejo de latir por vos.
Peter se ruborizó ante el comentario.
-Solo digo la verdad –negó con la cabeza– Nunca estuve enamorada de Erik. Nunca. Era verte a vos, lo que me ponía feliz, sos vos el que hace que me ponga nerviosa.
Él se pasó la mano por el pelo, sin palabras.
-Lali… yo… no sé qué decir… -pero ella pudo ver el destello en sus ojos, el mismo destello de orgullo.
-No digas nada, solo sentí. Dejalo ser –atrapó la cara con las manos y este fue el tercer beso. Y a la tercera va la vencida. Cojonudo. Peter sintió como Lali le entregaba toda su dulzura por allí, como le daba hasta su última gota de sinceridad.

TERCER DIA:


Peter estaba acostado en la hamaca de su patio. El cielo estaba completamente despejado, se veía cada y una de las miles de estrellas. Algo parpadeó. Sonrió. Recordó la noche de hace un par de años, donde besó a Lali por primera vez, cuando empezaron a salir. ¿Y ahora? De nuevo. Pero la historia se volvería a repetir, ella se iría.
Y esta vez para siempre. Los ojos se le humedecieron. Mierda, lloraba cuando era niño…¿Por qué ahora de vuelta? Parpadeó para hacer desaparecer las gotas saladas, pero el pensamiento no sació. No quería perder a Lali, no quería… no quería que ella muriera. Porque si ella moría, él también. En ese momento le taparon los ojos.
-¿Quién soy? –dijo una voz algo de falsete.

Holaaaa, volviii! Anduve media perdida porque tuve muchos cumples de 15, el 2, el 5 y el 7 :) Pero volví (?
¿Cómo arrancaron el año? Yo bien :)
Los quiero mucho, Maga. (@HumorDeLalita)